El patrimonio de la legislatura, incluye además de sus edificios y contenidos, otros valores incorporados a través del tiempo. Alguno de ellos pertenecientes al patrimonio artístico, como cristalería, numismática, pinturas, y otras obras arquitectónicas pertenecientes al período de la arquitectura del siglo XX. Las residencias destinadas a los presidentes de ambas cámaras son obras realizadas por prestigiosos arquitectos de las tendencias de la arquitectura argentina. Así la vivienda destinada a la presidencia del Senado, ubicada en la Avda. 51 esquina 10, es obra del arquitecto Antonio Ubaldo Vilar. Su planteo de esquina abierta, soluciona la vivienda en dos niveles sobre las medianeras logrando asoleamiento y una implantación visual óptima de los locales como principios básicos de la arquitectura racionalista en desarrollo. Ello demuestra una actitud creadora destinada a buscar soluciones integrales para los problemas planteados.
El lenguaje formal empleado por Vilar, es producto de una mediación filosófica sobre nuestro antecedente histórico reelaborado (estilo español), desde donde el tiempo va modelando un futuro estilo argentino o sudamericano.
Cubiertas de tejas con vuelo sobre ménsulas de madera, arcos de medio punto y una torre mirador conforman los elementos significativos del mensaje arquitectónico contenedor de una vivienda funcional.
La vivienda de la presidencia de la Cámara de Diputados, se inscribe en un lenguaje racionalista. Sus autores son Enrique Casado Sastre y Hugo Armesto, arquitectos de la joven generación de la década del cuarenta. La obra, ubicada en la Avda. 53 e/ 3 y 4, presenta una aséptica estructura funcionalista, implantada en un lote de 10 x 50, entre medianeras. El partido arquitectónico impone buena iluminación y asoleamiento, y sus componentes son el aventanamiento corrido, muros lisos y blancos, el uso de materiales nobles de textura fría, como el mármol travertino lustrado, estucados, acero inoxidable. Todo ello dentro de una filosofía de diseño que responde a las solicitudes de una arquitectura doméstica que reflejan las tendencias de la época.
Las piezas históricas
Como anticipo de un futuro Museo Parlamentario rescatamos algunas piezas del pasado legislativo, como la carpeta repujada en cuero destinada a los “Asuntos para la firma del Presidente de la Cámara de Diputados”, la pantalla-abanico de palmera para uso de los legisladores que data de 1887, la calidad d los cueros de los sillones de los recintos, importados de Paris, está demostrado en las etiquetas francesas de la marca “Tixier-París”. Un libro de Sesiones de 1890, una jarra de metal blanco con el monograma de la HCD, en ocasión del centenario de la primera Sesión en la nueva Capital, 21 de abril de 1884. Estatua de bronce “Fuerzas dirigidas” de Hernán Cullén Ayerza, ubicado en la Sala de Lectura, Tablero de presencias, de 1890 de la HCD, Placas recordatorias de las primeras sesiones en el edificio de la ex Dirección d Vialidad.
